Project Description
Este economista observador nació en Palencia, en los Campos de Castilla que enamoraron a Machado. Fui un niño normal, en una familia normal, que creció en un barrio normal de Madrid, que fue a un colegio normal y que aún mantiene sus amigos de la niñez y la adolescencia.
Me eduqué en una familia humilde, con problemas para llegar a fin de mes, sin lujos pero sin pasar necesidades básicas. Todos mis recuerdos de aquella época son felices. Tuve una educación con valores que hoy intento transmitir a mis hijos y aplicarlos en cada cosa que hago. Se resumen en una frase de mi abuelo que siempre me repetía mi madre: “Haz el bien y no mires a quien”.
Llegué a la Universidad de Alcalá sin mucha convicción. Pero el primer día me compré el manual de Economía de Samuelson y no pude parar de leer, observar y aprender economía hasta hoy. Como Sócrates, tras leer durante 25 años, “sólo sé que no sé nada”.
Cada día aprendo de gente que me para por la calle y me cuenta sus problemas económicos y cómo los ha resuelto. Gracias a mi actual notoriedad, he podido conocer a gente que ha vivido experiencias apasionantes y muchas veces duras. Mi trabajo me permite vivir miles de experiencias pero nunca las suyas, que son irrepetibles. Aprovecho esos momentos como si fueran el elixir de la eterna juventud.
Siempre he compaginado mi vida académica como profesor con la vida en la empresa privada. He trabajado en los mercados financieros. Con 29 añitos fui director financiero de una empresa de 150 trabajadores en la que me encargué de hacer un plan estratégico y de internacionalización. Pero mi momento de mayor desarrollo profesional lo logré en Intermoney hace diez años. Mi trabajo consistía en analizar y resolver problemas económicos de clientes o dudas de medios de comunicación durante toda mi jornada laboral. Me sentía como un futbolista que podía dedicarse a lo que más le gusta, estudiar economía.
Hace un año decidí dar el paso en solitario con la única marca José Carlos Díez y ha sido el año en el que más he aprendido, aunque lamentablemente viviendo una depresión en mi propio país.